counters

lunes, 26 de agosto de 2013

El 26 de agosto de 1814, los generales Simón Bolívar (el Libertador) y Santiago Mariño.

El 26 de agosto de 1814, los generales Simón Bolívar (el Libertador) y Santiago Mariño, después de desesperadas negociaciones, habían persuadido al traidor Guiseppe Bianchi a conducirlos desde las costas de Barcelona (Anzoátegui) a Pampatar (Nueva Esparta).

El traidor se aprovechaba del estado de desconcierto y anarquía producido por las derrotas de los patriotas y el incontenible avance de los ejércitos de José Tomás Boves y Francisco Tomás Morales.

Bianchi, quien se había apoderado de los valores de la República y de las joyas de las iglesias de Caracas, desconoció la autoridad de Bolívar y conducía prisioneros a varios oficiales patriotas, entre ellos a Mariano Montilla y a Manuel Valdés, pero aceptó transportar a Bolívar y Mariño a fin de proteger a su flotilla de una acción de las autoridades republicanas.Al entrar la flotilla a las aguas de Pampatar, los cañones de la fortaleza, por órdenes de Manuel Piar, hicieron fuego contra la embarcación donde estaba el Libertador, a pesar de lucir ésta las insignias del Jefe Supremo de la República. La nave se puso fuera del alcance de los cañones y sólo hubo tres marineros muertos por los disparos.

Bolívar envió una comisión integrada por su edecán, el teniente coronel Rafael Páez, y los licenciados Miguel José Sanz y Gaspar Marcano a averiguar las razones del fuego de los cañones. Sorpresivamente, Piar los recibió lleno de cólera y acusó a Bolívar y Mariño de “desertores”. Declaró haber dado órdenes de negar autorización a Bolívar y Mariño a desembarcar por estar “proscritos”. Por estas mismas órdenes, no les serían concedidos agua ni víveres.

No quedó otro camino a Bolívar y Mariño sino abandonar las aguas de Margarita (Nueva Esparta) y tomar rumbo a Carúpano (Sucre).

No hay comentarios:

Publicar un comentario