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sábado, 2 de marzo de 2013


PRIMER CONGRESO DE VENEZUELA...
Con la presencia de la Junta Suprema que se había formado el 19 de abril de 1810, el 2 de marzo de 1811 se reunió en Caracas, en la casa del Conde de San Javier, -hoy esquina El Conde-, el Primer Congreso de Venezuela, el que habría de declarar solemnemente la Independencia el 5 de Julio de 1811
En la sesión inaugural estuvieron presentes 30 de los 43 diputados electos, representando a las provincias de Caracas, Cumaná, Barinas, Margarita y Mérida. Los representantes de las provincias de Trujillo y Barcelona se incorporaron posteriormente.
Después de elegir las autoridades, los diputados pasaron a la Catedral donde el Arzobispo Narciso Coll y Prat tomó el siguiente juramento a los diputados: «¿Juráis a Dios por los Santos Evangelios que vais a tocar, y prometéis a la Patria conservar y defender sus derechos y los del Señor Don Fernando VII, sin la menor relación, o influjo con la Francia; independientes de toda forma de gobierno de la península de España y sin otra representación que la que residen en el Congreso General de Venezuela...mantener, pura, ilesa e inviolable nuestra Sagrada Religión ...?»
Este Congreso, que se llamó «Supremo Congreso de Venezuela» lo presidió durante un período Felipe Fermín Paúl y fue Secretario el italiano Francisco Isnardi.
Uno de los primeros actos del Congreso fue nombrar al Poder Ejecutivo, el cual quedó presidido por don Cristóbal Mendoza. Acompañaban a éste en el triunvirato don Juan de Escalona y Baltasar Padrón.
Después de declarar la Independencia de Venezuela el 5 de julio, el Congreso dedicó la mayor parte de sus sesiones a discutir la primera Constitución, que fue aprobada el 21 de diciembre de ese mismo año. Aunque duró muy poco, ésta fue la primera Constitución de Hispanoamérica.
El 15 de febrero de 1812 el Congreso suspendió sus sesiones y acordó trasladarse a Valencia, designándola Ciudad Federal el 1º de marzo de ese mismo año cuando reanudó sus sesiones. El 6 de abril de 1812 celebró su última sesión, en Valencia.
En memoria de este Primer Congreso de Venezuela, es tradición de la era democrática que ambas Cámaras se instalen este día, a excepción del primer año de cada período constitucional, en que se instalan el 23 de enero, de acuerdo con la Enmienda Nº 2.
El 2 de marzo de 1996, por primera vez, un Presidente del Congreso no pertenece al partido de gobierno, rompiéndose el pacto institucional (AD-COPEI) que venía funcionando desde 1959.
UN POCO DE HISTORIA
La Junta Suprema gobernó desde el 19 de abril de 1810 hasta el 2 de marzo de 1811. En esta última fecha se instaló el Primer Congreso de las Provincias Venezolanas, ante el cual declinó la Junta sus poderes, pasando a ser Junta Provincial de Caracas.
La Junta Suprema fue, pues, un gobierno provisional, surgido de los sucesos del 19 de abril. Actuó durante poco menos de un año; y fue un gobierno de transición, no independiente, sino más bien partidario de la Corona española. Sin embargo, esta Junta realizó una labor positiva: llevó a cabo reformas en el orden interno; trató de unificar las provincias y reforzar su autonomía; e hizo gestiones en el exterior para obtener la solidaridad de las otras colonias y la ayuda y reconocimiento de las naciones extranjeras. EI carácter de este gobierno "conservador de los derechos de Fernando VII" no le permitía ir más allá de la autonomía que se había proclamado el 19 de abril. Por esa razón, la Junta resolvió convocar a elecciones e instalar un Congreso Nacional que decidiera la suerte futura de las provincias venezolanas.
La Junta Suprema convocó a elecciones para reunir un Congreso General de las Provincias que decidiera la suerte futura del gobierno. La convocatoria a elecciones fue la medida de mayor trascendencia política de la Junta, pues aseguró la transformación del gobierno de facto en un régimen constitucional independiente.
La convocatoria fue hecha en junio, y las elecciones se practicaron en octubre y noviembre de 1810. El reglamento electoral daba el voto a los hombres libres, mayores de veinticinco años y propietarios de bienes raíces. En consecuencia no votaban las mujeres, ni los esclavos, ni la gran mayoría de la población carentes de bienes de fortuna. De esta manera, vino a resultar un Congreso formado en su totalidad por representantes de la oligarquía criolla. Por eso, aquel cuerpo no pudo llevar a cabo transformaciones radicales en el orden social o económico, y sólo realizó el cambio político que convenía a la nobleza territorial
El reglamento dispuso, además, que las elecciones se hicieran en dos grados: primero, los votantes nombraban a los electores de la parroquia; y luego, estos electores, reunidos en asamblea electoral en la capital de la provincia, designaban los representantes al Congreso, a razón de un diputado por cada 20.000 habitantes. Practicadas las elecciones, resultaron elegidos 44 diputados, los cuales se instalaron en Congreso en Caracas, el 2 de marzo de 1811. Las provincias estuvieron representadas así: Caracas 24 diputados; Barinas 9; Cumaná 4; Barcelona 3; Mérida 2; Trujillo 1; Margarita 1.
El Primer Congreso de Venezuela se instaló el 2 de marzo de 1811, y procedió de inmediato a la organización provisional del gobierno. Para ejercer, el Ejecutivo designó un Triunvirato, cuyos miembros se turnaban en la presidencia. Cristóbal Mendoza, Juan de Escalona y Baltazar Padrón constituyeron este primer gobierno.
Creó una Alta Corte de Justicia, presidida por el doctor Francisco Espejo; reorganizó el Tribunal de Apelaciones que había creado la Junta de Arbitrios, encargada de las rentas del Estado, y un Tribunal de Municipalidades para el abasto y policía.
El Congreso prolongó sus labores hasta el 4 de abril de 1812, fecha en que se disolvió y confirió facultades extraordinarias al Poder Ejecutivo para enfrentar la terrible crisis que vivía la República en aquella fecha. La actuación del Congreso en aquel período de poco más de un año, fue de gran trascendencia en nuestra historia. En primer término, declaró la independencia, el 5 de julio de 1811, y, en segundo, elaboró la primera constitución, sancionada el 21 de diciembre del mismo año.
En la sesión inaugural, los diputados juraron oponerse "a toda otra dominación que pretendiera ejercer soberanía en estos países, o impedir su absoluta y legítima independencia cuando la confederación de sus provincias la juzgue conveniente". En esta forma se revela desde el comienzo, la orientación del Congreso hacia la independencia definitiva.

viernes, 1 de marzo de 2013

TAL DIA COMO HOY, NACIO VINICIO ADAMES EN BARQUISIMETO.

 José Vinicio Adames Piñero (Barquisimeto, Lara, 1 de marzo de 1927 - Islas Azores, Portugal, 3 de septiembre de 1976) fue un músico y director de coro y orquesta venezolano. Ingresó a la Academia de Música Santa Cecilia, donde estudió piano y vocalización.
En el Bachillerato (1948) fundó el Conjunto Coral Lisandro Alvarado. Luego de graduarse, viajó a Caracas para estudiar odontología en la Universidad Central de Venezuela, donde se convierte en solista del Orfeon Universitario.
En 1965, logró que el Orfeón Universitario participara en el Primer Festival Mundial de Coros Universitarios, llevado a cabo en el Lincoln Center de Nueva York. Dos años más tarde, el Gobierno norteamericano le dio una beca para hacer un curso de dirección con Robert Shaw en la Universidad de Oakland, Míchigan.
Muere el 3 de septiembre de 1976, junto con los miembros del Orfeón Universitario, cuando el avión en el que viajaban hacia Barcelona para realizar una actuación se estrelló en el Aeropuerto de Lajes, de las Islas Azores.
Durante su carrera fue director de diversos coros y orfeones a nivel nacional, además, luego de su muerte, se crearon y renombraron diversos coros en su honor.

De una familia musical venía, indudablemente, José Vinicio Adames Pineda. El talentoso músico venezolano que junto al Orfeón Universitario desapreció trágicamente en 1976. Su frondosa genealogía musical sitúa a sus antecesores en el núcleo originario de la Orquesta Mavare, una tradicional agrupación musical muy conocida por el gentilicio larense de finales del siglo XIX. Teodocio Adames, el abuelo, Juan Ramón Adames, su padre, Luís Adames, tío y Teodocio Adames también tío, fueron en efecto sus fundadores.

Vinicio Adames nació en la ciudad de Barquisimeto el 1 de marzo de 1927. Sus padres, Ana Jacinta Pineda y Juan Ramón Adames, le ofrecieron una esmerada educación con bases musicales pero, fue en casa de sus abuelos Antonia y Teodocio donde fortaleció su talento. A los siete años ya Vinicio comienza a cantar y el abuelo le regala primero una armónica, luego un acordeón y después un piano. Estudió la primaria en la escuela Riera Aguinagalde de Barquisimeto y el bachillerato en el Liceo Lisandro Alvarado. Con sus compañeros de clase solía cantar en las calles de su ciudad natal. Ya por esos años su dedicación a la música era apasionada y estudiaba con tres grande maestros del estado Lara: Doralisa Jiménez de Medina, Franco Medina y Napoleón Sánchez Duque. “Pero él era un puro sonido, una pura notación musical «tenía como un pájaro en el pecho» decían sus compañeros, y a lo mejor era un jilguero o un canario. Lo cierto es que había nacido para cantar, y lo hacia en cualquier parte con una vocación irresistible que lo llevaba de sitio en sitio en la ciudad, pequeña y poética, donde todo el mundo carga una guitarra o simplemente silba con dulce entonación”.1 Tanto destacaban en Vinicio sus grandes dotes vocales y musicales que, en mayo de 1948, cuando apenas tenía 14 años de edad, funda el Conjunto Coral Lisandro Alvarado comenzando su nombre a conocerse por toda la comarca. Más tarde, en 1951, forma junto con sus hermanas Yolanda y Shirley, y en el piano René Rojas, el trío “Tres voces y un piano”, un grupo que se presenta en múltiples ocasiones en programas radiales y de televisión. El programa de TV llevaba el mismo nombre y Vinicio alcanza una popularidad instantánea. Sus hermanas que, para ese entonces formaban parte del Orfeón Miranda de Los Teques, van introduciendo a Vinicio al mundo coral capitalino. En las idas y venidas de Barquisimeto a Caracas, el joven va compenetrándose con lo que sería de inmediato su futuro.


Cuando en 1952 Vinicio obtiene su título de Bachiller, se traslada a Caracas con la intención de cursar Odontología en la Universidad Central de Venezuela. Y así lo hizo. Pero antes dedica un buen espacio de su tiempo a trabajar en el Orfeón Miranda de Los Teques donde dirige 30 conciertos, además de crear el coro de la Escuela Normal Eulalia Buroz de Los Teques. Ahora comenzaba sus estudios formales en esa Facultad al mismo tiempo que su carrera dentro del Orfeón Universitario, para ese momento dirigido por el maestro Antonio Estévez, de quien aprendería dirección coral. En poco tiempo su voz de tenor se distingue de entre todas las voces del Orfeón y se gana el puesto de solista e instructor de cuerdas. Pero por otro lado, pronto se da cuenta que la odontología no es su pasión y la abandona siguiendo la carrera de economía que tiempo después también la deja. Mientras tanto sigue con su vocación y comienza a tomar clases de canto con Alfredo Hollander, y de teoría y solfeo con Inocente Carreño en la Escuela Superior de Música.

En julio de 1954 el Orfeón Universitario sufrió una reorganización y Vinicio Adames queda encargado de su dirección por más de tres décadas. El 14 de agosto de ese año dio su primero concierto, el inicio de una sucesión de más de 2000 excelentes presentaciones en Venezuela, Estados Unidos y Europa.

En cuanto a la Universidad, Adames termina dejando la carrera de Economía e ingresa en Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, de donde finalmente en 1958 egresa con el título de Licenciado en Estudios Internacionales. En Caracas, se casa con Romelia Mujica Marcano, compañera de aulas universitarias y de cuya unión nacen sus tres hijos José Vinicio, Juan Manuel y Andreína.

En 1965 logra que el Orfeón Universitario participe en el Primer Festival Mundial de Coros Universitarios, llevado a cabo en el Lincoln Center de Nueva York. Dos años más tarde, el Gobierno norteamericano le dio una beca para hacer un curso de dirección con Robert Shaw en la Universidad de Oakland, Michigan.


La vida de Adames se torna muy activa y los años siguientes trabajó incansablemente en su pasión. Dirigió la Orquesta de Cámara de la Universidad Central de Venezuela, la Orquesta de Cámara de la Universidad de Carabobo, la Orquesta Sinfónica de Panamá, la Orquesta de Cámara Metropolitana de Caracas, la Coral Shell, la Coral del Seguro Social, de la Escuela Industrial, del Instituto Antonio José de Sucre y el Grupo Coral Metropolitano que fundó en 1969. La Coral del Banco Central de Venezuela, que posteriormente recibió el nombre de Orfeón Vinicio Adames, también estuvo a su cargo. Con esta agrupación grabó un disco de música popular y folklórica venezolana en 1973. Además de crear, durante su vida profesional un buen número de conjuntos artísticos en el Instituto Pedagógico de Caracas, componer muchas piezas para corales y hacer arreglos de música venezolana.

José Vinicio Adames Pineda, después de toda una vida dedicada a la música, muere trágicamente el 3 de septiembre de 1976 a sus 49 años, junto a los demás integrantes del Orfeón Universitario, cuando se desplazaban en un avión de la Fuerza Aérea Venezolana para asistir como invitados a el Festival Internacional del Canto Coral a iniciarse el 4 de septiembre de ese mismo año en Barcelona, España.

Según se cuenta, un 3 de septiembre de 1976, el avión C-130 “Hércules” de la Fuerza Aérea Venezolana que transportaba a los integrantes del Orfeón Universitario y a su director, el maestro Vinicio Adames, se estrelló a 200 mts de la pista de Lages en la isla Texeira, una de las nueve Azores que integran el Archipiélago portugués de las Azores, en pleno Océano Atlántico, causando la muerte de sus 68 tripulantes.

“La periodista Mariadela Linares, manifestó su sentir sobre lo sucedido, a través del siguiente escrito que a continuación reproducimos, el cual, a pesar de haber sido escrito en el 2006, aún tiene plena vigencia.

Orfeón UCV 76

Treinta años (en el 2006) han transcurrido desde aquella noche trágica cuando una tormenta nos arrebató de pronto la alegría de vivir. Un huracán acabó en un instante con los proyectos y las ilusiones de 53 jóvenes que iban a representarnos en un Festival de Canto Coral que habría de celebrarse en Barcelona, España.

Más allá de la tristeza y del eterno dolor que nos acompaña desde entonces, una rabia infinita no ha terminado de desalojarnos el alma. Está allí enquistada y cubierta de impotencia ante la injusticia de un hecho que, si bien fue un accidente como tantos que ocurren, ha podido evitarse si las autoridades universitarias y las del país en general, hubieran prestado mayor atención a la solicitud de transporte que durante meses bregó Vinicio Adames para llevar a su muchachera a España.

En la Venezuela Saudita de 1976, la entonces aerolínea bandera Viasa negó sus asientos a una muchedumbre cantora que no tenía con qué pagar. Otro tanto sucedió con ministerios y entes que denegaron su auxilio hasta que, a última hora, la Fuerza Aérea prestó un avión de carga, no preparado para recibir tan hermosos pasajeros. Improvisados tablones sirvieron de asiento a los orfeonistas para un viaje que se suponía sería de más de 20 horas. Unas cortinas plásticas rodeaban el excusado que les serviría de baño. Aún en esas condiciones, los jóvenes se embarcaron contentos y deseosos de llegar a su cita con la historia.

En las Azores funciona una base norteamericana. Hasta allá llegaron en medio de una terrible tormenta que azotaba el océano. Como suele suceder en estos casos, la responsabilidad recayó sobre el piloto muerto; sin embargo, supimos de un informe que revelaba la impericia del militar estadounidense que se encontraba en la torre de control al momento del accidente. Nada de ello se hizo público. Nunca supimos la verdad de lo que ocurrió.

Mi hermana mayor, mi otra madre, iba en ese vuelo. Y con ella, los amigos, invalorables compañeros de andanzas musicales. Difícil, muy difícil, describir el dolor y la impotencia que aprisiona el pecho cada vez que el recuerdo emerge y siempre que, como hoy, volvemos a escuchar aquellas queridas voces entonando su "canto infinito de paz". Dios los bendiga". 2

Actualmente, el Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela lleva su nombre; igualmente en Barquisimeto, se celebra anualmente un Festival Internacional de Coros que también lleva su nombre.

jueves, 28 de febrero de 2013

UN DÍA COMO HOY, EN 1788, SE FUNDA SAN FERNANDO DE APURE



El 28 de febrero de 1788 el Gobernador de Barinas, Fernando Miyares González, conjuntamente con Juan Antonio Rodríguez y fray Buenaventura de Benaocaz, funda la Villa de San Fernando del Paso Real de Apure. El nombre fue un homenaje al Infante don Fernando de Borbón.
Se han dado otras fechas indicando la fundación de San Fernando, pero se establece ésta como la definitiva, después que el padre Rafael Chacín Soto, párroco de Valle de la Pascua encontró en Sevilla el acta correspondiente, que fue reconocida y publicada por el académico Argenis Méndez Echenique en su Historia del Estado Apure.
SAN FERNANDO DE APURE
Ciudad capital del estado Apure en Venezuela, y del municipio San Fernando. Situado a 46 m de altitud, en las riberas del río Apure. Ha tenido una expansión demográfica y económica en las últimas décadas por el mejoramiento de su infraestructura de comunicaciones: prueba de ello es la consolidación de la carretera troncal que lo une con el norte del país y nuevas carreteras que han extendido su zona de influencia hasta Guasdualito y Puerto Páez, uniéndose a través de la carretera intercomunal con Biruaca y con su rehabilitación como puerto fluvial en el Eje Apure-Orinoco. Sus funciones administrativas, comerciales, bancarias y de servicios irradian a un amplio ámbito ganadero y agrícola, localizándose mataderos, tenerías y fábricas de productos pecuarios. Población , 109.999 habitantes.