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lunes, 25 de enero de 2016

A 2 años de "La Salida": 

el plan golpista que dejó 43 muertos en Venezuela


Guarimberos se desplegaron por toda Venezuela

GUARIMBEROS SE DESPLEGARON POR TODA VENEZUELA

Credito: Prensa web YVKE


24 de enero de 2016.- Hace dos años iniciaron las manifestaciones violentas convocadas por los ultraderechistas Leopoldo López y María Corina Machado, para derrocar al Gobierno venezolano.

Durante el año 2014, Venezuela fue escenario de una gran ola de manifestaciones violentas por parte de grupos de extrema derecha, que buscaban derrocar al Gobierno legítimo de Nicolás Maduro, y que ocasionaron la muerte de 43 personas y graves lesiones en otras cientos.

El 22 de enero de 2013, la exdiputada venezolana, María Corina Machado y el dirigente de ultra derecha, Leopoldo López, anunciaron un plan desestabilizador denominado "La Salida", que se constituiría por medio de incesantes protestas en las calles.

Ante este escenario, el resto de la dividida oposición venezolana decidió hacer silencio y evitó condenar directamente el caos que suponía esta violenta iniciativa.

El llamado consistía en que a partir del 23 de enero del 2014, el sector opositor radical se lanzara a las calles de toda Venezuela para rechazar el mandato y las políticas de Maduro.

“Vamos a prender las calles de Venezuela, todos los rincones, los mercados, las escuelas, las universidades y las plazas”, fueron las palabras de la ex diputada Machado, quien vendió a sus seguidores la falsa matriz de que el mandatario venezolano no había obtenido la mayoría electoral y que su mandato era ilegítimo.

Con el firme objetivo de derrocar al Gobierno de Maduro, a través de un golpe suave, los dirigentes de ultraderecha exhortaron a ese sector venezolano a asumir el protagonismo de "La Salida" y a no abandonar las calles hasta lograr su objetivo.

Desde ese momento, y hasta el mes de junio de 2014, se desencadenó en el país suramericano una gran cantidad de "manifestaciones" que no eran más que acciones vandálicas, como el cierre arbitrario de calles, quema de diferentes objetos (basura, carros, edificios, etc.), agresiones con artículos contundentes, alambres dispuestos a la altura del cuello, disparos, ataques a sedes gubernamentales, lanzamientos de gases tóxicos y otras modalidades.

Estos hechos acabaron con la vida de 43 personas sin distinción de ideología política y otras cientos resultaron heridas.

Vea aquí→ Cronología de la violencia fascista en Venezuela

EL DATO: La Agencia Venezolana de Noticias (AVN) indica en un trabajo especial que "La Salida" fue presentada en Estados Unidos por Leopoldo López y representantes de la organización golpista Fundación Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex) en octubre de 2013 sin embargo, el plan fue puesto en marcha en enero siguiente, tras la derrota a la oposición en las elecciones municipales del 8 de diciembre de 2013, en las que el chavismo ganó más del 70 por ciento de las alcaldías.

Leopoldo López, el principal promotor de la violencia, decidió entregarse a la justicia el 18 de febrero de 2014 y desde entonces ha sido presentado por la derecha como una "víctima", con el fin de silenciar y tergiversar la verdad.

López fue llevado a juicio por los delitos de instigación pública, asociación para delinquir y determinador en daños e incendio, proceso legal en el que se le condenó a 13 años y 9 meses de cárcel.

Sepa más→ ¿Por qué está detenido Leopoldo López?

Tras los cuatro meses de intensas protestas, los cuerpos de seguridad de ese país lograron controlar la situación bajo los parámetros de la Constitución y con estricto respeto a los derechos humanos. Los vinculados a estos actos fueron encarcelados y enjuiciados por su responsabilidad en la comisión de los delitos.


El juego trancao

A partir del 6D, la crisis multidimensional que aqueja a Venezuela aflora abiertamente en la voz de la calle, en la crítica social y política y en el choque de poderes. La Asamblea Nacional, ahora en manos de la oposición, usa y abusa de su mayoría, se enfrenta y reta al ejecutivo, coloca dudas sobre la legitimidad del Tribunal Supremo de Justicia y de cualquier decisión que de esa instancia emane. El juego se complica y, en ocasiones, resulta incomprensible a la ciudadanía el debate de "saber y poder" que se establece entre constituyentistas de uno u otro bando político, quienes, en una suerte de fuego cruzado, interpretan las competencias a la luz del conocimiento y conveniencia política.
El gobierno incómodo se estrena como minoría en el parlamento y juega para conservar el poder ante la arremetida encabezada por el actual presidente de la AN, quien pretende desempeñarse como "jugador salidor" y apuesta al juego de ataque, alto y fuerte con la clara intención de colocar al gobierno en el juego de defensa.
Clarísimos ejemplos de la confrontación de poderes constituyen la Ley de Amnistía, que la oposición pretende aprobar en la AN y el Decreto de Emergencia entregado al parlamento por el presidente Maduro, durante la presentación de su Memoria y Cuenta.
En torno a la Ley de Amnistía, expertos afirman que debe ser aprobada por el Presidente de la República -representante del poder Ejecutivo- y por el Tribunal Supremo de Justicia, instancia del poder Judicial y máximo intérprete de la Constitución del país.
En cuanto al Decreto de Emergencia, la Comisión permanente encargada de evaluarlo, afirma que es materia exclusiva de la AN la aprobación del decreto", por lo que el TSJ no puede "invadir" el espacio del poder legislativo. La AN rechaza el Decreto de Emergencia por "partir de un diagnóstico insatisfactorio sobre la crisis que enfrenta Venezuela" y el presidente Maduro lamenta que la AN le dé la espalda al pueblo.
Tal confrontación entre los distintos poderes sacrifica y posterga el diálogo político entre oposición y gobierno, intensifica la polarización en todos los ámbitos de la sociedad, y, por supuesto, aleja las posibilidades de reparación y reconstrucción de la convivencia social.
Y, en este juego de poderes, ¿Quién ahorcará la cochina?

Tres notas de economía

Todo ha subido escandalosamente, y si no es posible entre el gobierno y la AN acabar con las colas o reducirlas, creo que las autoridades si pueden y deben combatir esa desorbitada alza de precios
UNA.- El gobierno, y todos sus voceros calificados, siguen atribuyendo a la "guerra económica" el factor fundamental de la grave situación económica que atraviesa Venezuela. Como lo recordarán mis lectores, escribí hasta dos comentarios sobre ese tema, apoyado en documentos de EEUU, desclasificados, sobre la experiencia chilena. No debieron quedar dudas de esa guerra, determinante en el derrocamiento del presidente Allende.

En nuestro caso debemos agregar otros factores. Uno ha sido la acción desarrollada con el contrabando de extracción, que significó millones de pérdidas con la salida de un enorme volumen de alimentos y otros productos a Colombia, sin sumar la extracción por mar; hubo inescrupulosos empresarios que encaletaron muchos productos y promovieron el alza desorbitada de precios, y, finalmente, la campaña contra nuestra moneda con el Dólar de Cúcuta Today. Otro factor fue la abrupta baja del precio de petróleo, que tuvo su ingrediente geopolítico contra Rusia, Irán y Venezuela, y el último: los errores en la política económica gubernamental que, con abundancia de dólares, prefirieron importar lo que se necesitaba, proceso que generó mas corrupción, y se descuidó la producción agropecuaria e industrial.

El gobierno, sin embargo, pese a los análisis, reuniones y congresos que ha celebrado, donde -se supone- extrajeron conclusiones, no le ha terminado de hablar claro (crítica y autocríticamente) al país, a millones de venezolanos, la verdad de lo que ocurre y las perspectivas de este año. Todavía es tiempo.

DOS.- Diez preguntas. ¿No fueron posibles elementales concesiones de ambas partes para lograr la comparecencia de altos funcionarios de la economía a la Comisión respectiva de la Asamblea Nacional? ¿No era lógico, tal como podría ocurrir en una eventual interpelación al ministro de Defensa, o al ministro del Interior sobre planes de seguridad, que algunas preguntas no obtuvieran respuestas por elementales razones de seguridad de estado? Situaciones como esas ¿no podían entenderlas los diputados de la oposición? ¿Hubo los indispensables acercamientos para examinar estas probables situaciones que podrían presentarse? ¿Se agotaron los esfuerzos y las posibilidades de un necesario entendimiento?

¿La falta de acuerdo político en torno al decreto de emergencia económica no entorpece los encuentros y entendimientos del gobierno con los sectores empresariales? ¿Están conscientes unos y otros de los efectos que una situación como ésa traería para la economía y en especial, para incrementar la producción? ¿No escucharon que Henry Falcón dijo que no se trata de un problema de partidos, ni de ideologías, sino del país?.

¿Esa posibilidad de encontrarse, está perdida inevitablemente? ¿Ninguna de las partes hará un gesto, o tomará una iniciativa para retomarla? ¿Saben el daño que causará al país la falta de acuerdos políticos, por elementales que sean?

TRES.- Precios especulativos. No pretenderé pedirle al gobierno, y menos aún a la Asamblea Nacional que ayude, a acabar con las colas que hoy parecen ser mas largas. Apareció una nueva función, "los cuidadores de bolsas", que cobran Bs 50 por servicio. Pero creo que el problema de los sobre precios escandalosos, especulativos, si puede ser un problema que deben enfrentar las autoridades, pues existen responsables de una situación que tiene estas expresiones:

El lector Manuel Rugeles cuenta el caso de los tubos plásticos PVC, que desde 2015 aumentó el precio 19 veces! El alambre dulce costaba Bs 40 en noviembre, hoy cuesta 1.200; cebolla y tomate se multiplicaron y hoy están a 1.500 y 900 respectivamente; adel, crema para niños, pasó de 700 a 1.400; la acetona de 350 a 1.200; un kilo de leche en polvo de 700 a 2.125; lata mediana de atún, de 300 a 800.

¿Ustedes recuerdan lo que ocurrió con los huevos? Cacarearon su precio a Bs 422. ¿Y que pasó? A los dos días desaparecieron, y ustedes saben cuanto cuestan hoy; en Quibor (Lar) compran huevos a 420 y los traen en un camión, y aquí los venden a 1.200.

Estos son algunos precios ofrecidos por usuarios de abastos, pero es una lista muy larga. Todo ha subido escandalosamente, y si no es posible entre el gobierno y la AN acabar con las colas o reducirlas, creo que las autoridades si pueden y debe combatir esa desorbitada alza de precios.

Los ataques a ÚN. No se si recomendarles a quienes usan las redes sociales para atacar a Ultimas Noticias y a su personal periodístico, empezando por su Director, que no desmayen en sus perversos intentos para desacreditarnos y bajar la circulación, pues los efectos son todo lo contrario de los que ellos y ellas se proponen.

Hoy somos el único diario de circulación nacional que no ha dejado de llegar a ningún centro poblado del país y nuestras ventas nos ubican a distancia del que puede estar siguiéndonos, y en el segundo en América Latina, con 200 mil ejemplares diarios.

Y no se si vieron el jueves la información según la cual su cuenta oficial de Twitter supera los tres millones de seguidores y está entre las cinco primeras cuentas de medios de comunicación digitales venezolanos, y en el último año sumó mas de 500 mil nuevos seguidores. Según el ranking del Center Knight para el Periodismo de las Américas de la Universidad de Texas, estamos entre los 10 primeros medios latinoamericanos. Y es oportuno recordar que en 2013, Ultimas Noticias obtuvo el premio otorgado por la Asociación Mundial de Periódicos (Wan-Ifra), organización a la cual no pertenecemos y en competencia con seis finalistas, fuimos escogidos como el diario mas cercano de sus lectores.

sábado, 19 de diciembre de 2015

El Parlamento Comunal Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.


 El Parlamento Comunal Nacional será un espacio donde diputados y diputadas representarán a los Parlamentos Comunales y Asambleas de Ciudadanos y Ciudadanas de cada Consejo Comunal, legislarán y debatirán a favor de sus territorios.

 Harán controlaría social a instancias del gobierno, y defenderán los derechos adquiridos frente a lo que han calificado como un “parlamento burgués” que amenaza con derogar leyes en detrimento de la calidad de vida de las mayorías, como la Ley Orgánica de los Trabajadores y Trabajadoras.

El parlamento también llamado Asamblea Popular Nacional está sustentado en la Ley Orgánica de Comunas la cual según Cabello, no es reconocida por la oposición , así como por los Artículos 5, 70, 187, y 204 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.

Según cifras oficiales, en Venezuela hay aproximadamente 1.500 Comunas constituidas, así como cerca de 45.000 Consejos Comunales, por lo que este espacio de autogobierno tiene su base en la experiencia comunal de mujeres y hombres que le dan vida a la Comuna como proyecto político.

Aprobar el Plan de Desarrollo Comunal y Ordenar la publicación en gaceta comunal del mismo, así como Aprobar los proyectos, avalar solicitudes que cuenten con más del 60% de apoyo popular dentro de las Comunas registradas entre otras funciones y atribuciones se contemplan para esta figura jurídico administrativa del Poder Popular.

viernes, 11 de diciembre de 2015

Pasión y muerte de Argimiro Gabaldón

Argimiro Gabaldón Márquez, nació en 1919 en la casa principal de la hacienda Santo Cristo, Biscucuy, Portuguesa y murió a la edad de 45 años en un lamentable accidente de guerra, el 13 de diciembre de 1964.

En esa gabaldonera, los peones de la hacienda le enseñaron sus primeras lecciones de vida, el arte de pelear garrote, las mañas de la casería, disciplinas que le fueron formando el sentido del coraje. Su apego a la naturaleza lo llevó a ser un excursionista incansable. Jamás perdió una pelea a puño pues en las refriegas nunca supo lo que era el miedo. Luego practicó el béisbol, el tenis, natación a la antigua, la pesca y la caza.

Estuvo en el exterior, Buenos aires y Río de Janeiro, entre 1938 y 1945. Estudió arquitectura en Argentina. En el tercer año de su carrera, detuvo su visión arquitectónica para adentrarse en el mundo de la pintura, la literatura y el arte. Con su morral al hombro se fue a Brasil, proyectándose luego como poeta, novelista, periodista, dibujante, matemático, maestro alfabetizador y profesor de Artes plásticas. Tenía un gusto muy particular por la historia patria, materia que con los años impartiría en el liceo Lisandro Alvarado de Barquisimeto. Entendió que había que conocer la historia de su país para poder actuar sobre ella, y se dedicó a formular preguntas y a encontrar respuestas.

Regresó  a Venezuela en 1945 a desandar los viejos caminos. Las actividades políticas lo llevaron a Caracas, incorporándose a las luchas y huelgas estudiantiles organizadas por la Federación de Estudiantes de Venezuela.

La tradición revolucionaria de su padre, el General José Rafael Gabaldón, encarnó en él. Las lecturas de otros personajes históricos referenciales también marcaron su rumbo: Bolívar, Martí, Sandino, Lenin. Argimiro se inició en las células clandestinas del PCV en El Tocuyo desde 1938, cuando para la época, ser comunista era ya ser un héroe.

A la hora de la lucha contra el perezjimenismo, fue el primero en plantear que no se trataba sólo de cambiar al dictador por otro gobernante, sino que había que ir a la raíz de ese acontecer para que los cambios fuesen trascendentes y no formales. Fue entonces cuando comenzó a discutir la tesis de la necesidad de la lucha armada, como respuesta a un gobierno represivo y criminal.
   Cuando llega el año 1958, comienza a ver con cierto recelo las políticas de unidad impulsadas por el Partido Comunista. Para el momento del III Congreso del PCV, fue quien planteó la necesidad de ir hacia otras formas de lucha. Es el inicio de la experiencia guerrillera en Humocaro. En octubre de 1961 se cuenta el comienzo de las guerrillas, que, según Tirso Pinto, llegó a tener 1500 combatientes. Al incorporarse a las guerrillas Chimiro tenía 22 años de militancia y 40 años de edad, tiempo perfecto para las grandes decisiones.
Desde fines del 61 hasta el 13 de diciembre de 1964, el Comandante Ulises, que fue su primer seudónimo, estuvo al frente de esa lucha como Primer Comandante del Frente guerrillero Simón Bolívar. En ese proceso le tocó vivir los vaivenes de unos dirigentes que se amoldaban a las circunstancias, antes que analizar histórica, táctica y estratégicamente la realidad sobre la que actuaban.  

Para Argimiro “la lucha armada es una salida de masas”. Precisaba que debía ser “un movimiento de masas armado que no excluyese ninguna forma de lucha”. No para regalarle mesianicamente “revoluciones” al pueblo, sino para que este asumiera su papel histórico, sin reformas que debilitaran la necesidad del cambio radical. En sus proclamas expresaba: “El pueblo está cansado de que las revoluciones sean cambios de personas, nuevas constituciones, nuevas divisiones territoriales, perviviendo siempre la misma injusticia, la misma miseria, el mismo abandono. Es hora ya de tocar fondo, hay que cambiar los hombres, pero fundamentalmente es necesario transformar los sistemas”. Su predica se afincaba contra los dirigentes del estilo antiguo, los profesionales de la política que terminan burocratizándose, convirtiendo su actividad en pura negociación.

Consideraba, como Mariátegui, que “las  revoluciones son cada una un hecho original, aun cuando estén sometidas a leyes generales”. La copia mecánica de realidades distintas sería un traspié para el proceso revolucionario. Por eso oía al pueblo, a la vez que sistematizaba sus experiencias más allá de la ortodoxia de los manuales eurocéntricos. En una entrevista razonaba a manera de balance: “Cuando sus esquemas fallaron, cayeron en la desilusión, y tomaron los libros y folletos, en busca de nuevos esquemas, de nuevos patrones. Se olvidan de nuestra realidad y se dejaron penetrar por las tendencias de capitulación y conciliación”.

  Dicen los que lo conocieron de cerca que Chimiro no aceptaba verdades consagradas ni absolutas, buscaba siempre en su réplica aguda puntos de vista realmente originales. “La guerra es la única escuela de la guerra. La revolución es la única y verdadera escuela de los revolucionarios”, decía. La guerra popular y prolongada era parte de su convencimiento: “No estamos en capacidad de calcular cuánto tiempo le costará a la revolución venezolana   alcanzar   la  victoria.  ¡Pero vencerá!”

Reunió muy bien lo político y lo militar, culturizando el argumento ideológico. Era “un hombre línea” por cuanto adaptaba creativamente la orden que emanaba de arriba, con sencillez en el trato, sin formalidades ni etiquetas. Tenía una “lengua brava, como el ají” para la polémica. Dícese que “discutía con ironía y con una risita que picaba como el chirele y daba mucha arrechera.”

Su personalidad irreverente se puede apreciar en la siguiente anécdota, contada por el guerrillero Ángel Rivero, (a) Diego o Catirito. “Estando en el campamento guerrillero se oía por Radio Habana a Carlos Puebla con su “llegó el Comandante y mandó a parar”. Aburrido un combatiente con el repetitivo estilo, refunfuñó exigiendo otra música. El guerrillero que manipulaba el trasmisor lo intentó sepultar exigiéndole respeto: ¡Camarada! ese es el Cantor de la revolución cubana”. A lo que Argimiro le ripostó: “Es verdad, cambia ese fastidio. Ya quisiera estar yo en Sabana Grande con una motocicleta oyendo a Los Beatles.” Esto para el momento histórico que se vivía podría verse como una blasfemia, pero para Gabaldón era la autenticidad de su sentir. Y es que en la hermenéutica de sus discursos se puede apreciar cómo Argimiro respetaba la rebeldía de los jóvenes del momento.

Obsérvese su posición abierta hacia la utopía juvenil: “La cordura, virtud honorable, no debe jamás tratar de sustituir a la locura de la juventud, porque solo conseguirá castrar a los pueblos y producir la infecundidad de la historia. La juventud es “loca”, pero su locura es sublime. Es irreflexiva, afortunadamente irreflexiva, porque si la juventud se pusiera a reflexionar sesudamente, como pueden y deben hacerlo los hombres maduros, entonces estarían bailando el “twist” que es mejor que hacer la revolución.” Para los oídos sacralizantes del momento esta posición, sin lugar a dudas, hubiera sido etiquetada “de derecha”. Pero, ¿cómo mancillar a quien no exigió sacrificio que no estuviera dispuesto a rendir, incluyendo el supremo, el de su propia vida?

Argimiro Gabandón buscaba ganarse hasta al que parecía más enemigo del movimiento, decía que era obligatorio hablar con todo el mundo. Con su carácter jovial hablaba un lenguaje claro y sin titubeos que todos entendían. En su conversación sencilla daba una clase de política que siempre acompañaba con un chiste, manteniendo contentos y regocijados a sus oyentes. Formó 125 comités del FLN en igual número de caseríos, lo que implicaba una influencia en unos 75.000 habitantes. Chimiro, con gran capacidad de convencimiento, argumentaba en pocas palabras el por qué y el para qué de la lucha. Para él, nuestros campesinos eran permeables a la lucha porque “siempre han soñado con una revolución”. Tenía el don de la palabra, sus paisanos lo consideraban “el hijo del rico que comprendía las penalidades de los pobres”.

Era terrible con el enemigo para el momento de la pelea, aún cuando confesaba que “No era un guerrero, y nunca lo había pensado ser, pues amaba la vida tranquila”. Argimiro no deseaba andar con ninguna cachucha militar, añoraba una gorra inglesa para caminar paveando como cualquier muchacho de su tiempo.

Aplicaba la pedagogía a la política con un estilo muy alegre. Nunca se quejaba de la mala vida guerrillera. Le encantaba bailar y en el monte coleccionaba peonías que después regalaba como recuerdos.

Era fiel a la palabra empeñada, su referencia era la palabra del gallero, la de una eticidad que nunca miente. En la Asamblea Legislativa de Barquisimeto, no había contrincante adeco que sostuviera el paso de su oratoria mordaz, incisiva e irónica, y a la vez, colorida y pintoresca, como sus lienzos.

Incansable, de ancho pecho, enseñaba en las marchas a sus cachorros, los Tigres de Miracuay, a dominar el terreno para el combate. Estaba en su mejor edad, cuando afloraban sus canas de “viejo”, como  le decía, la selecta juventud que lo acompañó en sus andanzas guerrilleras. Para su espíritu indómito no importaban nada los años, pues era tan enérgico como su caballo Lucero, que tenía en la Hacienda Santo Cristo.

Siempre hemos deseado que nuestros políticos sean poetas que culturicen la política con nuevos planteamientos y estilos que superen el maquiavelismo pragmático y panfletario de nuestros intermediarios. Ese era Argimiro, el que sintetizó el discurso emancipador con radicalismo y ternura. Se recuerda una oportunidad cómo en el vesperal de la vida cimarrona le leyó con lágrimas en los ojos un poema de su soledad a dos guerrilleros centrales que tristes recordaban su vida urbana. Por su integralidad fue como si hubiéramos tenido al Ché en Venezuela, y parte de nuestra tarea sería colocarlo entre los precursores de la Patria Grande.

Para finales de 1964 ya el PCV hablaba de repliegue y rectificación. La guerrilla ya no se veía como una forma de tomar el poder sino que se utilizaba como mecanismo para presionar la ansiada “paz democrática” En tal sentido, se aminoró notablemente la ayuda a los destacamentos, como forma de menguar la rebeldía. En una Carta de navidad dirigida a los intelectuales del partido, Gabaldón escribía: “Desde lejos, mientras estamos entregando toda nuestra vida, nos golpea el viento de la indiferencia. Creemos ver a lo lejos falta de calor, ahora cuando más que calor necesitamos fuego, cuando más que simpatía precisamos cariño que arrebate, que empuje hacia delante con un vendaval de aliento.” Abandonados a su suerte, para esas navidades, la guerrilla sólo recibió una bolsita con 50 terrones de azúcar que una dulce camarada recogió en 20 lugares diferentes del mundo, que afectivamente abasteció el alma de los combatientes.

Aún cuando la muerte es la concubina de cualquier combatiente, para Argimiro, en su condición enormemente humana, debe haber sido muy doloroso dejar este mundo. Más que la muerte le debe haber dolido morir de bala amiga, morir a destiempo, morir inconcluso, cuando apenas se iniciaba el camino duro del que tanto había hablado y para el cual tanto se había preparado.

Pero los héroes no mueren para la historia. En los pueblos que caminó se encuentra en cada casa la causa de su vida. La eternidad de los héroes del pueblo, sobresale a cada rato en las distintas situaciones de la vida cotidiana. Son un recuerdo que perdura en cada caserío: “Acuérdate de Carache”, “Argimiro decía…” o “Por aquí pasó Chimiro”. En La Palomera, de Humocaro se oyó esta crónica que une la fantasía de la religiosidad con la convicción de que no ha muerto. “Argimiro tenía una ruana que lo protegía por un rezo que le hizo un brujo. Un renegado le llegó cerca y le ordeñó su revolver sin que  Chimiro sufriera un rasguño. Entonces se quitó el poncho y le dijo al traidor: -Te voy a enseñar como se mata a un hombre. Y ahí lo dejó”.

A 48 años de su muerte es necesario hacer precisiones históricas, pues se han desdibujado hechos que han oscurecido las circunstancias que le quebraron la vida. La intersubjetividad, por el héroe, crea suspicacias comprensibles por el entorno de afecto que rodea al ser querido. En este caso, citamos las versiones de tres personajes referenciales del momento histórico: José Díaz, Tirso Pinto y Carlos Betancourt.

El Comandante Gavilán, José Díaz, rememorando esta muerte, increíble por absurda, nos contó cómo se resbaló el fusil M2 -y eso lo vio todo el mundo- para caer sobre una saliente rama que penetrando al guardamonte del gatillo disparó, justo cuando Argimiro se levantaba a repartir unos caramelos a los combatientes. Nos narraba que Jesús Vethencourt (“Chuchú” o Comandante Zapata), causante de la tragedia, al írsele el disparo “desesperado, decía mil cosas, e intentó suicidarse y tuvo que ser sometido a la fuerza”. El fatal episodio lo marcó, desequilibrando su psiquis para siempre. Posteriormente, Carlos Betancourt, Comandante Gerónimo, nos lo ratifico en Sanare de 2012: “Fue accidental, yo presidí el juicio que se le hizo a Zapata.” Los fusiles de los participantes a la reunión habían sido chequeados por la escuadra de seguridad para constatar que no había balas, pero Chucho Vethencourt llegó tarde al encuentro y no fue revisado. Zapata, le había quitado la caserina al fusil pero no se percató que había un proyectil en la recámara, pues había prestado su arma para una guardia y recién la recuperaba. Serán cosas de la mala suerte o groserías de la vida, pero esta es la versión que, con pocas alteraciones, se ha recogido de ese aciago episodio.

El infortunio ocurrió en las afueras del caserío El Hato, del estado Lara. Argimiro sabiéndose mortalmente herido, pidió que lo afeitaran para ser bajado a El Tocuyo. Con entereza mantuvo su capacidad de mando. Se despidió de sus más allegados con breves consejos y como un gesto final, donde afloró su grandeza humana, extrajo de su morral unos chocolates, tesoro de una guerrilla, y los repartió entre sus hombres.

Para el momento de su muerte, Argimiro era una figura emblemática encarnada en los campesinos de Lara y Portuguesa. Ella estaba asociada, como continuación histórica, no sólo a la lucha antigomecista de su padre, en esos mismos parajes, sino que se remontaba aún más allá, abarcando las guerras de Independencia y Federal, que mantenían ese espíritu levantadizo y cimarrón trasmitido por vía oral entre generaciones, simbolizando al ídolo extraviado en lo por hacer. Quizás Argimiro fue el último exponente donde el imaginario popular buscó encontrar al héroe total, imaginado entre las etapas procesuales no resueltas, que han mantenido las expectativas de este saldo histórico acumulado.

domingo, 6 de diciembre de 2015

Hace 201 años en tierras anzoatiguense se libró la Batalla de Urica. Esta acción táctica militar de la Guerra de Independencia venezolana se llevó a cabo el 5 de diciembre de 1814. En el combate intervinieron un total de 11 mil 200 soldados: 7 mil realistas al mando de José Tomás Boves, quienes enfrentaron a 4 mil 200 patriotas, al mando de José Félix Ribas y José Francisco Bermúdez. El triunfo en aquel encuentro fue para los realistas, no obstante, a consecuencia de una herida que le infiriera un lancero patriota, murió el líder caudillo realista José Tomás Boves.
Después de la Batalla de Los Magueyes, en el estado Monagas, en la cual Boves derrotó a José Francisco Bermúdez, los patriotas se encontraban en muy malas condiciones para resistir a las fuerzas realistas. Por lo que, José Félix Ribas y Bermúdez no lograron ponerse de acuerdo en la forma de conducir la guerra y fueron continuas sus disputas por el mando.
A finales de noviembre, Ribas hizo prevalecer su idea de buscar a Boves en las sabanas de Urica. En la marcha hacia Urica cuando Ribas ordenó formar los escuadrones de caballería “rompe líneas”, cuyo objetivo era dar golpes decisivos a las filas enemigas. Escogió a los más diestros jinetes, los puso a las órdenes de Zaraza y Monagas, y durante el trayecto, ensayó su acometida varias veces.
El 5 de diciembre de 1814, Ribas y los patriotas encontraron a Boves y a las tropas realistas en la mesa de Urica. Las hostilidades fueron iniciadas por Boves, cuando salió con su columna a enfrentarse a la que mandaba el coronel Bermúdez, quien pudo rechazar el ataque. A pesar del éxito inicial de los patriotas permitió a Ribas la colocación de sus hombres para combatir el fuego.
Según la tradición oral, fue Zaraza quien fulminó a Boves de un certero lanzazo. El aguerrido jefe patriota había arengado a su escuadrón de caballería. Aún con la muerte de Boves, el resto de las fuerzas realistas cargaron contra la línea republicana y la envolvieron, y con ello lograron la victoria. Las bajas fueron numerosas en ambos bandos.

martes, 3 de noviembre de 2015

A 35 años de su muerte el legado cultural de César Rengifo está vivo

César Nerio Rengifo Cadenas, exponente de las artes plásticas, el teatro y el muralismo, nació en Caracas el 14 de mayo de 1915 y se convirtió en uno de los más importantes artistas venezolanos del siglo XX.
Formado desde 1929, con tan solo 14 años, en la Academia de Bellas Artes —espacio ubicado entre las esquinas de Veroes a Santa Capilla— Rengifo aprendió técnicas de dibujo, pintura y escultura, al tiempo que se codeaba con otros grandes creadores de su generación como Pedro León Castro, Ventura Gómez y Pedro Blanco.
Al vivir el régimen dictatorial impuesto por Juan Vicente Gómez y siendo un hombre sensible vinculado con el pueblo y con el sentir de los más necesitados, este artista de múltiples facetas se relaciona con la política y emprende una lucha por la justicia social y las ideas socialistas. Fue militante en el Partido Comunista de Venezuela (PCV) desde su fundación, en 1931.
Luego de recibir su título en la Academia, Rengifo parte rumbo a Chile para hacer estudios superiores con una beca que terminaría rechazando para emprender un nuevo viaje hacia México. Allí, se inscribe en el partido comunista de ese país y, mientras trabajaba en la producción y distribución de afiches y volantes de propaganda, conoce y se involucra con el muralismo mexicano, corriente de la cual aprendería técnicas que próximamente emplearía en murales que aún se exhiben en Caracas.
Siete años después, el artista regresa a Venezuela e inicia su trayectoria como dramaturgo y director teatral, con obras con contenido social basadas en temas como la represión, la pobreza, la lucha por la independencia, la explotación del hombre por el hombre y la resistencia indígena.
De estas piezas teatrales destacan Apacuana y Cuaricurián, ¿Quién se robó esa batalla?, Porque canta el pueblo, Vivir en paz, Lo que dejó la tempestad, entre muchas otras.
César Rengifo murió el 2 de noviembre de 1980 en su ciudad natal, dejando un legado cultural que lo mantiene vivo en el ideario nacional con reconocimientos, lugares emblemáticos y movimientos culturales bautizados con su nombre.
Tal es el caso del Movimiento Nacional de Teatro César Rengifo, creado en 2013 por el presidente de la República, Nicolás Maduro, con el propósito de hacer de la cultura un instrumento para sembrar valores como la solidaridad, el respeto y el amor a la patria entre los niños, niñas y jóvenes venezolanos, y así construir una sociedad de paz, tal como lo procuró Rengifo, integrador de las artes en función de la humanidad y sus necesidades de expresión.